A través de la historia, el aborto inducido ha sido frecuente materia de controversia por sus implicaciones éticas, morales y sociales. Ha sido prohibido o limitado en sociedades diversas y permitido en otras, aunque los abortos continúan siendo comunes incluso donde la presión social y/o la ley se oponen a él. Los abortos en condiciones sanitarias inadecuadas son una causa mayor de mortalidad femenina, con un total aproximado de 68.000 muertes al año según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que representa alrededor del 13% de las 527.000 muertes maternas, es decir, por razones obstétricas. El porcentaje es muy desigual según las regiones, alcanzando hasta el 30% de las muertes maternas en algunos países.[2] El riesgo es estadísticamente mayor donde el aborto en condiciones clínicas seguras no es accesible, ya sea por razones legales, sociales, económicas o de otro tipo. Este dato ha servido de argumento a favor de la despenalización del aborto, es decir, a favor de que el aborto deje de ser considerado un delito y se legisle con consideraciones específicas para casos específicos.
Aborto inducido
Se llama aborto inducido al que es provocado con la intención de eliminar el feto, con distintos fines, en distintos contextos sociales y legales, con o sin asistencia médica. Se estima que cada año 46 millones de mujeres alrededor del mundo recurren al aborto inducido para terminar con un embarazo no deseado. De ellos, al menos 19 millones se consideran abortos inseguros,[7] [8] [9] es decir, abortos en los que la vida de la mujer suele estar en grave peligro. En América Latina y en el Caribe, en 2000, se realizaron 29 abortos inseguros por cada mil mujeres de entre 15 y 44 años de edad, más del doble del promedio mundial de 14 abortos por cada mil mujeres y 32 abortos por cada 1000 nacimientos.[9] Se estima que el aborto inseguro constituye la tercera entre las causas directas (13%), después de las hemorragias (25%), las infecciones (15%) de las 536.000 muertes maternas que se producen cada año en el mundo,[10] aunque en América Latina la fracción de muertes maternas debidas al aborto inseguro alcanza el 17%.[11] En América Latina y en el Caribe, de los 18 millones de embarazos que se producen cada año, 52 por ciento no son planeados y el 21 por ciento de ellos terminan en un aborto.[12]
Circunstancias legales de aborto
La mayor parte de las legislaciones reguladoras, tanto las permisivas como las restrictivas, distinguen entre aborto terapéutico y aborto electivo.
Aborto terapéutico
Es el que es justificado con razones médicas:
para salvar la vida de la madre, cuando la continuación del embarazo o el parto significan un riesgo grave para su vida;
para salvar la salud física o mental de la madre, cuando éstas están amenazadas por el embarazo o por el parto;
para evitar el nacimiento de un niño con una enfermedad congénita o genética grave que es fatal o que le condena a padecimientos o discapacidades muy graves, o
para reducir el número de fetos en embarazos múltiples hasta un número que haga el riesgo aceptable.
Para la Organización Mundial de la Salud, este tipo de aborto debe estar autorizado por la legislación de cada país, con el fin de evitar las miles de muertes de personas producidas anualmente: "Aborto legal para no morir". Los objetores aducen que no es ético sacrificar a unos para salvar a otros.
Aborto electivo
El realizado por otras razones. Cuando el embarazo es el resultado de un delito de naturaleza sexual (violación) o de la aplicación de una técnica de reproducción asistida no consentida por la madre.
También se incluyen, como razones: la minoría de edad de la madre, la incapacidad para cuidar a un hijo por razones económicas o sociales y el deseo de ocultar el estigma que representa en ciertos contextos sociales un embarazo fuera del matrimonio.
Circunstancias sociales
Amnistía Internacional respalda la despenalización del aborto para garantizar que las mujeres tengan acceso a servicios de salud cuando surgen complicaciones derivadas del aborto, y para defender el derecho de las mujeres al aborto –dentro de los límites razonables que impone la gestación– cuando su vida o su salud corran peligro.
Su postura ha sido cuestionada tanto por personas como por organizaciones tales como la Iglesia Católica, los cuales sostienen que, si Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte, no es congruente que acepte su aplicación a lo que entienden como un menor de edad inocente. El problema, aquí, es el debate que se ha generado en cuanto a la definición de "menor de edad" y a la definición precisa del inicio de la vida (las definiciones de "individuo" y "persona"), pues quienes están a favor de la despenalización del aborto se preguntan: ¿Se trata realmente de una persona? ¿Cuándo, a partir de cuánto tiempo puede considerarse que el producto de la fecundación de un óvulo por un espermatozoide es ya una persona, un individuo? ¿Es acaso a partir del momento en que ya se formó completamente el sistema nervioso central, pues es éste el que nos da conciencia de nuestros pensamientos, de nuestros sentimientos, de nuestras sensaciones físicas, del dolor?
El aborto inducido ha sido y es diversamente considerado en distintas sociedades: para algunos, un procedimiento habitual para la limitación de la progenie; para otros, un crimen castigado con la pena de muerte; para unos, una práctica éticamente neutra; para otros, un pecado merecedor del estigma social y/o eclesiástico.
Procedimientos para la inducción del aborto
El aborto puede ser inducido de muchas maneras, y la elección depende del tiempo de desarrollo del embrión o feto, de la salud de la madre, del contexto socioeconómico en el que se tome la decisión y se realice el acto, especialmente el acceso a los servicios médicos, y de los límites puestos por la legislación, entre muchos otros factores.
Procedimientos bajo control sanitario
Aborto químico
Consiste en la interrupción del desarrollo del embrión y en su eliminación por el canal del parto, todo ello inducido por lo que suele ser una combinación de fármacos. Sólo es factible en las primeras semanas del embarazo y representa el 10 por ciento de los abortos realizados en los Estados Unidos y en Europa.
Este tipo de procedimiento suele ser el preferido cuando es posible, porque no requiere anestesia ni tampoco una intervención quirúrgica (el uso de instrumentos), siendo los mayores inconvenientes el sangrado y que la mujer puede observar el proceso y el embrión expulsado, lo que es psicológicamente doloroso para aquellas mujeres que dudan de la moralidad o de la conveniencia del acto.
El procedimiento ve reducida su efectividad después de la séptima semana de desarrollo. A pesar de su relativa sencillez, el proceso requiere una vigilancia médica continuada para asegurar el éxito, para prevenir posibles complicaciones, y también a menudo porque la evacuación es incompleta y requiere la intervención final de un médico. Los regímenes más comunes son:
Metotrexato más misoprostol. El metotrexato se administra con una inyección y afecta a las células en proliferación del embrión, provocando la interrupción de su desarrollo. Unos días después, la administración de misoprostol, un análogo semisintético de la PGE1 prostaglandina que estimula la contracción del útero, provoca la expulsión de sus restos. El procedimiento está contraindicado en distintas condiciones médicas, como por ejemplo la insuficiencia renal.
Mifepristona con o sin misoprostol. La mifepristona (RU-486) es antagonista de la progesterona, hormona necesaria para la continuidad de la gestación, y puede administrarse hasta 49 días después de la última regla (véase menstruación). Si, tras su uso, no se produce la expulsión del producto, ésta se estimula con misoprostol, que cumple la misma función que en el protocolo anterior. Igualmente presenta contraindicaciones diversas, por ejemplo con el uso previo continuado de terapias basadas en esteroides.
Misoprostol solo. Raramente usado, requiere una dosificación muy precisa y una vigilancia médica especialmente intensiva por riesgo de hemorragia grave o rotura uterina, cuando se emplea en la interrupción de la gestación a partir de la semana 12 hasta la 20.
Aborto quirúrgico
El método quirúrgico más empleado antes de las 7 semanas de embarazo es el aborto por aspiración. Consiste en la remoción del feto o del embrión a través de succión, usando una jeringa manual o una bomba eléctrica de aspiración. La aspiración manual es llamada también minisucción o extracción menstrual. Se aplica sólo durante las primeras semanas y no requiere dilatación cervical (véase también cérvix o cuello uterino). Para estas primeras semanas, se habla de "interrupción del embarazo", más que de "aborto", aunque en realidad ambos términos son sinónimos. Los antiabortistas dicen que eso es una denominación eufemística. A partir de la semana decimoquinta y hasta la vigesimosexta, se requiere dilatación cervical y manipulación quirúrgica, además de succión.
El método de dilatación y raspado (véase legrado) es un método general que se emplea también durante el examen médico para tomar muestras o para la detección de ciertos tipos de cáncer. Se conoce también con el nombre de nacimiento parcial, y suele hacerse entre la sexta y la decimocuarta semana. La OMS recomienda que este método no se use salvo cuando la aspiración manual no es factible, y de hecho su uso es poco frecuente.
En estados avanzados de la gestación, si se ha de practicar un aborto por razones terapéuticas, se usan otros procedimientos adecuados para el mayor estado de desarrollo del feto. Se puede inducir elparto prematuro usando prostaglandinas, a la vez que se inyecta suero salino o urea en el líquido amniótico, que causa quemaduras fatales en el feto. En los casos más avanzados se usan técnicas excepcionales, como la llamada "de dilatación y extracción intacta o aborto por nacimiento parcial, que requiere dos o tres días de preparación, para asegurar la dilatación cervical necesaria, y los fármacos que induzcan el parto. El médico manipulará al feto, para hacer salir primero sus piernas, hasta dejar adentro sólo la cabeza, si así es necesario. Por último, se vacía el encéfalo por succión después de practicar una incisión en la base del cráneo. Esta técnica, que es polémica, se aplica en menos de la sexta parte de los abortos tardíos practicados en Estados Unidos (por supuesto, estamos hablando aquí de un feto, que es una etapa mucho más avanzada del desarrollo del producto, y no de un embrión, que representa únicamente los primeros tres meses de desarrollo), fue prohibida por la administración Bush, pero fue apoyada por Tony Blair en el Reino Unido.
Cuando la gestación está muy avanzada, se empieza por provocar el paro cardíaco del feto mediante una inyección. [cita requerida]. Por supuesto, las técnicas tardías ponen en mucho mayor riesgo la salud de la madre
ABORTO POR SUCCION
El aborto por succión se hace entre la 6ta y la 12va semana. Este método se lleva a cabo introduciendo un tubo a través de la cérvix (la entrada del útero), el cual está conectado a un potente asirador que destroza el cuerpo del bebé mientras lo extrae. Después, con este tubo o con una cureta (cuchillo curvo de acero) el abortista corta en pedazos la placenta separándola de las paredes del útero y la extrae. Casi el 95% de los abortos se hacen en esta forma. A veces se pueden identificar claramente las partes del cuerpo.
El 85% de los abortos en los Estados Unidos se llevan a cabo por este método en el primer trimestre del embarazo (12 semanas). Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado, una fuerte succión despedaza al bebé y lo deposita en un recipiente
DILATACION Y CURETAJE
Este bebé fue destrozado con un afilado cuchillo curvo (cureta) mientras se encontraba en el vientre materno. La enfermera debe juntar todas las partes del cuerpo para asegurar que ha sido extraído totalmente o podría sobrevenir una grave infección uterina.
Este método abortivo se utiliza a finales del primer trimestre o principios del segundo, cuando el bebé ya es demasiado grande para ser extraído por succión. Es similar a este último método, pero en vez de despedazar al bebé por aspiración, se utiliza una cureta o cuchillo, provisto de una cucharilla, con una punta afilada con la cual se va cortando al bebé en pedazos, con el fin de facilitar su extracción por el cuello de la matriz. Luego se sacan éstos pedazos con la ayuda de fórceps. Este procedimiento tiene más riesgos para la mujer que el método de succión.
DILATACION Y EVACUACION
Este procedimiento es muy común en EEUU en el segundo trimestre del embarazo (entre las 12 y las 20 semanas).
A continuación podrá leer un pequeño resumen del relato del Dr. Tony Levatino, quien llevaba a cabo este tipo de aborto.
"El primer paso es remover la laminaria que se había colocado en la cérvix para dilatarla. Después se introduce una cánula para remover mediante la succión, el líquido amniótico que rodea al bebé. Se agarra lo que se pueda alcanzar del cuerpo de la criatura, con un instrumento que es capaz de aplastar los tejidos. A las veinte semanas de gestación, el tejido del útero materno es muy fino y suave; hay que tener cuidado de no perforarlo. Poco tiempo después uno siente como que algo se ha desprendido y ve salir una pequeñita pierna de alrededor de 4 ó 5 pulgadas de largo. Al volver a agarrar con el instrumento, se saca un bracito y del mismo modo se remueven la espina dorsal, los intestinos, el corazón, los pulmones, etc. Lo más difícil es extraer la cabeza, que ahora flota libremente en el útero. Se sabe en qué momento uno la agarra y el instrumento la aplasta, cuando sale una sustancia blanca, gelatinosa. Se trata del cerebro del bebé. Ahora ya se pueden sacar los pedazos del cráneo. Si usted está teniendo un día difícil, como yo a menudo lo tuve, quizás vea salir una carita que parece como si le estuviera mirando. ¡Felicitaciones! Acaba usted de practicar un aborto por dilatación y extracción. Ha reafirmado el derecho de ella a decidir y se ha ganado $600 en sólo 15 minutos." (Tomado de "A medical doctor describes the dilation and evacuation procedure", Dr. Tony Levatino, M.D.,Las declaraciones que aparecen a continuación sobre el procedimiento D & E , el cual es legal en EEUU, provienen de fuentes médicas y legales. Fueron publicadas en el website de la organización Priests for Life en “La dilatación y evacuación, D & E, ha llegado a ser uno de los dos métodos más frecuentes para practicar abortos en el segundo trimestre.”(Berget et al “Second Trimester Abortion: Perspectives After a Decade of Experience." (Aborto en el segundo trimestre: Perspectivas después de una década de experiencia - Martinus Nijhoff Publishers, 1981, pl 20.) (Nota: De acuerdo al Instituto Alan Guttmacher, el 12% de los abortos se practican a las 13 semanas o más tarde, mediante cualquiera de los procedimientos de aborto, lo que significa aproximadamente 159,600 abortos por año.)
“Los abortos D & E en el segundo trimestre se practican en pacientes externos en hospitales y clínicas…La mayor parte de los cirujanos se valen de grandes fórceps para evacuar los productos de la concepción.” (Berger, op cit., p.121-128.)
La siguiente descripción del abortista Dr. Martin Haskell sobre el D & E, es parte del testimonio bajo juramento, en la Corte de Distrito de los Estados Unidos en Wisconsin (Madison, Wisconsin, mayo 27, 1999), Caso No. 98-C-0305-S:
“Típicamente cuando un procedimiento de aborto se ha iniciado, generalmente sabemos que el feto está todavía vivo porque, o podemos sentir que se mueve cuando estamos tratando de agarrarlo, o si estamos usando algún ultrasonido visual, lo sabemos cuando vemos el latido del corazón al comenzar el procedimiento. No es raro al comenzar el procedimiento D & E, que se agarre primero un miembro y que ese miembro se remueva a través de la cérvix y se saque de la vagina antes de la desarticulación, y antes de que se haya hecho algo que hubiera causado la muerte del feto.
“Cuando se está haciendo un desmembramiento [por el método de] D & E, usualmente la última parte que se remueve es el cráneo, el cual está flotando libremente dentro de la cavidad uterina… Es como una bola de ping-pong flotando y el cirujano usa su fórcep para tratar de agarrar algo que está flotando libremente y que es bastante más grande, en relación con el fórcep que estamos usando. Por lo tanto, tipicamente hay varios intentos fallidos para agarrarla. Finalmente en algún momento se agarra la cabeza con los instrumentos o se agarra alguna parte de la cabeza, lo cual permite que se comience a descomprimir.Y una vez que esto pasa, típicamente la cabeza se saca en fragmentos más bien que en una solo pieza.”
Analistas de la opinión pública reconocen ampliamente que el debate público sobre el aborto de nacimiento parcial que comenzó en 1995, hizo que muchos norteamericanos reevaluaran su opinión sobre si el aborto debe ser legal en toda circunstancia. Un ejemplo clave del debate público fué el hecho de que se mostraron ilustraciones del procedimiento en la televisión nacional y en publicaciones.
Aborto por Histerotomía u operación cesárea
Este procedimiento se realiza durante los últimos tres meses del embarazo. Consiste en realizar una cesárea, no con el objeto de salvar al bebé por nacer, sino para dejarlo morir o para matarlo directamente. Como se trata de una intervención quirúrgica mayor tiene frecuentes complicaciones.
Aborto por las Prostaglandinas
Este potente fármaco se administra para provocar violentas contracciones en el útero con objeto de expulsar al bebé prematuramente y causarle la muerte. Sin embargo, a veces el bebé nace vivo, lo que el abortista considera como una "complicación".
Inyección salina
Se utiliza solamente después de las 16 semanas. El líquido amniótico que protege al bebé se extrae, inyectándose en su lugar una solución salina concentrada. El bebé ingiere esta solución que le producirá la muerte 12 horas más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragia del cerebro y de otros órganos y convulsiones. Esta solución salina produce dolorosas quemaduras graves en la piel del bebé. Unas horas más tarde, la madre comienza "el parto" y da a luz un bebé muerto o casi muerto.
La "regulación menstrual"
Una estrategia proabortista que se está utilizando en América Latina es la eufemísticamente llamada "regulación menstrual", "aspiración ginecológica" o "extracción menstrual". Todos estos términos engañosos significan lo mismo: el uso de aparatos abortivos de succión sin confirmar el embarazo para así burlar las leyes que prohiben el aborto en los países latinoamericanos. En efecto, para poder penalizar un aborto procurado, tiene que haber una prueba del embarazo. Pero si se lleva a cabo este procedimiento sin confirmar el embarazo, entonces no hay prueba segura de que se llevó a cabo un aborto. El Manual de planificación de la familia para médicos de la IPPF ("IPPF Family Planning Handbook for Doctors) describe así este procedimiento:
"La regulación menstrual se define comúnmente como la evacuación del contenido del útero de una mujer a quien se le ha retrasado su período menstrual 14 días o menos, que antes tuvo siempre períodos regulares y que ha estado en riesgo de concebir. Puede llevarse a cabo antes de la prueba de embarazo (...) Puede usarse con distintos fines: (1) curetaje diagnóstico o terapéutico; (2) tratamiento del aborto incompleto; (3) evacuación uterina antes de ligar las trompas, cuando la ligadura se realiza en la segunda mitad del ciclo menstrual y se quiere asegurar que la mujer no quede embarazada; y (4) evacuación uterina en caso de sospecha de embarazo.
"En algunos países, la regulación menstrual ha llegado a ser muy popular y los médicos privados a veces realizan miles de estos procedimientos al año. En muchos países la regulación menstrual es legal, aún cuando el aborto terapéutico es ilegal, como sucede en bastantes países de Latinoamérica, donde para poder encausar a un abortista se requiere un resultado positivo de la prueba de embarazo."
La IPPF ha suministrado miles de equipos para llevar a cabo abortos por aspiración al vacío, con el pretexto de "recoger muestras de tejido" o "terminar abortos incompletos", pero que pueden ser igualmente utilizados para practicar abortos por succión en las primeras etapas del embarazo. De esta forma, la IPPF comenzó hace treinta años a introducir el aborto a petición en muchos países en desarrollo. El Dr. Malcolm Potts, que fue un dirigente de esta organización, reconoce que la "regulación menstrual" o "extracción menstrual" es realmente un procedimiento abortivo, y que es un método simple y conveniente para realizar abortos donde el aborto es ilegal, y que estos abortos difícilmente podrán ser enjuiciados:
"El término ‘regulación menstrual' cambia las reglas del juego (...) No es factible anunciar procedimientos de aborto en un periódico de Bangladesh de forma directa, pero sí lo es cuando se trata de anunciar una conferencia sobre regulación menstrual en Dacca (...) No es prudente tener un debate, ni siquiera con discreción, sobre la función del aborto en la planificación de la familia en las Filipinas; pero sí genera un enorme e inmediato interés el debate sobre la regulación menstrual (...) La regulación menstrual es el procedimiento más seguro para la terminación de un embarazo: no existen pruebas de que existió un embarazo, a menos que el tejido removido del útero sea sometido a un análisis microscópico. Este punto es de crucial importancia en países donde el aborto es ilegal".
¿En cuántos países de la América Latina estarán utilizando este método de aborto para burlar la ley?
FUENTES: "Menstrual Regulation," en IPPF Family Planning Handbook for Doctors, (no tiene fecha, pero es posterior a 1987), pp. 241, 242, 247 y 248; Malcom Potts, Peter Diggory y John Peel, Abortion (London: Cambridge University Press, 1970), 230-232. Este fragmento fue tomado del libro Vale la pena vivir de Vida Humana Internacional, disponible en nuestras oficinas.
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